viernes, 4 de julio de 2014

Técnica: Eliminando distractores vía listas





     Hace unos días le platicaba a una amiga que tenía un problema con concluir un documento. Le pedí consejo sobre qué podría hacer cuando mi inspiración estaba baja, la relevancia del asunto me parecía casi nula y la redacción no estaba del todo sencilla. Mi amiga, de manera muy sabia, me dijo "Enfócate y no te levantes hasta que termines". Vaya, que a pura fuerza de voluntad esto sale por que sale!

      No me mal entiendan, soy un firme creyente de que si tienes un propósito y la pasión suficiente por hacer las cosas, encontrarás la forma de concluirlo de manera sencilla y satisfactoria. Pero, ¿Qué pasa cuando esos elementos no se encuentran y aún así tienes que concluirlo?

     Tengo una frase: "No hay que saberlo todo, solo recordar más" y esta vez mi memoria me fallaba o quizás jugaba conmigo. Así que en medio de una meditación que me llevó a la negociación conmigo mismo, recordé lo que tenía que recordar y terminé con la respuesta entre manos.


Problema: Escribir un documento para el cual sencillamente no tengo ganas de hacer.

Solución: Eliminar distracciones y concluirlo.

De qué manera?: Te podría decir una montón de recomendaciones como:
  • Elige un lugar tranquilo, lo ideal es un escritorio o una mesa.
  • Quita de la superficie cualquier objeto que no sea explícitamente con lo que vayas a trabajar. Esto incluye que si trabajas con una lap cierra cualquier ventana que no sea sobre la que trabajas.
...y así, pero seguro encontrarás muchas de esas navegando un poco por google. Sin embargo esta técnica no es para los distractores visibles o tangibles, son para aquellos que tenemos guardados y surgen con tal persistencia como si fuera ese su único objetivo, distraer de la tarea principal.


     Esta es mi técnica, digo mía porque la hice mía. Tengo un tiempo usándola y dejo este post a manera de recordatorio también para mi en un futuro por si me olvida, que casi no me pasa (Nótese el sarcasmo).

Y la solución mágica es: ESCRIBIR!.

     Sí, como tantas cosas en la vida (de mi mente) se solucionan plasmando lo que tenemos en la sesera. 

Y el principio es muy fácil y sencillo de entender.

     Les ha pasado que en el día se les mete una idea a la cabeza, no se, como comer un helado de chocolate? y esa idea les ronda todo el día y la tarde hasta que, pasan a una heladería y pides un doble de chocolate. Qué pasa después? todavía tienes la idea del helado en la cabeza? a menos que seas muy glotón, no lo creo. Lo que pasa es que esa idea consumía una parte de tu recurso mental y hasta que realizaste la acción la vocecilla se calló.

     No se dejen engañar, aunque parezca demasiado simple es realmente efectiva. Mí caso de éxito más memorable con esta técnica fue una vez que me día a la tarea de hacer un ensayo. Estuve aproximadamente 2 y media horas sentado escribiendo y dejando que las palabras fluyeran a través de mi pluma.



Dicho lo anterior la verdadera esencia del post está aquí:
Ten una hoja blanca a un lado de lo que vayas a hacer. En ella vas a anotar todo lo que venga a tu mente y te robe la concentración.
Ejemplo: Estoy aburrido, tengo sed, tengo hambre, me pica la espalda, quiero checar mi Face, etc. 
Lo que sea, por más gracioso, disparado o realista que suene. Anótalo y vuelve al trabajo. No importa cuantas veces lo hagas y que repitas lo escrito. Escribe tu excusa y regresa al trabajo. Poco a poco notaras que conforme avanzas podrás concentrarte mejor.
 ¿Por qué? La idea al parecer es que al tomar una acción al escribirlo le restas recursos.
Es como: "Sí, ya fui por helado ¿y ahora?, ¿quieres más helado? Ok, ¿más? Ok.... Llega un momento te sacias de ese helado que no saboreaste.
Puede que no te haya convencido mi explicación pero no importa. Ponlo a prueba y verás que te resultará!


 "Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento." Prov. 23:11

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